¿Te sientes cansado/a o notas debilidad muscular en todo el cuerpo? ¿Sientes que no consigues concentrarte en el trabajo o en tus clases? Tal vez lo que te está ocurriendo es que tienes una carencia de algún nutriente.
Nuestro organismo es una compleja maquinaria que funciona a través de los nutrientes que sintetizamos de manera natural o a través de los alimentos que obtenemos del exterior. Es por ello que resulta imprescindible que sigamos una dieta rica en nutrientes de diferentes tipos. Y es que los minerales, así como las vitaminas, son fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Estas interfieren en diferentes procesos como la prevención de enfermedades, la relajación, el refuerzo inmunitario, el funcionamiento de los órganos y otros muchos procesos más que se llevan a cabo en nuestro organismo.
Los suplementos alimenticios, o suplementos dietéticos, son productos que se utilizan para complementar la dieta. Estos pueden ser tomados por varias razones, aunque nunca como sustitutos de los alimentos naturales —ya que ello supondría una pérdida de otros nutrientes esenciales para nuestra salud—. En este artículo vamos a analizar qué son los nutrientes y cómo podemos consumirlos para que sean más efectivos. ¡Vamos a ello!
¿Qué es un suplemento alimenticio?
Cómo hacíamos mención en la introducción, los suplementos alimenticios son productos que se utilizan para complementar la dieta. Estos son productos que resultan de gran utilidad cuando tenemos carencias alimenticias que nos puedan estar ocasionando una serie de problemas. Ello puede ser debido a que no hemos incluido alimentos con este nutriente en nuestra dieta o porque debido a nuestro ritmo de vida y a la actividad física que llevamos a cabo las cantidades que ingerimos son insuficientes.
Los suplementos alimenticios suelen presentarse de diferentes formas como los comprimidos —en el caso de las pastillas de vitamina C—, las cápsulas de gelatina, los sobres, en estado líquido o los recipientes donde se encuentra el suplemento granulado. Las hierbas medicinales son, en muchas ocasiones, consideradas también como suplementos alimenticios. La principal característica de los suplementos alimenticios es que estos contienen un ingrediente alimenticio —a veces varios— destinado a complementar la alimentación, detallan desde el portal especializado en cocina y alimentación, Cocina10. Además, especifican, estos no vienen detallados como un sustituto del alimento convencional en cuestión ni como una dieta alternativa. Los suplementos alimenticios se venden tanto en supermercados, como en tiendas especializadas, farmacias o dietéticas.
¿Cómo mejorar la efectividad de los suplementos?
Aunque los suplementos alimenticios son vendidos sin receta —al menos, la mayoría—, es importante que para mejorar la efectividad de los suplementos nos aseguremos de que estos están siendo tomados según nuestras necesidades. Es decir, debemos estar seguros de que los necesitamos antes de tomarlos. Lo más aconsejable es contar con un diagnóstico médico que lo determine.
Una vez que seamos conscientes de nuestra necesidad y de la carencia del nutriente en cuestión, debemos tener en cuenta las cantidades a ingerir y la forma en la que se ingiere. Por lo general, las cantidades suelen ir especificadas en los recipientes aunque, en algunos casos, es posible que sea el propio doctor el que nos lo haya indicado tras recetárnoslo —como es el caso del suplemento alimenticio de Hierro, que se comercializa en líquido—.
En el caso de la forma en la se ingiere el suplemento, lo que se debe tener en cuenta es cómo nuestro cuerpo lo va a asimilar. Así, por ejemplo, hay suplementos que necesitan de otros nutrientes para que hagan efecto. Siguiendo con el ejemplo mencionado recientemente, el hierro necesita vitamina C para que este pueda ser asimilado. Otro de los suplementos alimenticios que necesitan de otro componente es el calcio. Por ejemplo, en el caso de las personas intolerantes a la lactosa que necesitan de un suplemento dietético de calcio —por lo general, recetado por el doctor— deberán aumentar, además, las dosis de magnesio ya que este mineral ayuda en la asimilación de este nutriente por parte de los huesos, dientes y uñas. De hecho, muchos de los productos lácteos, como la leche en envase, se comercializa con magnesio.
Es importante, pues, que antes de pasar a tomar ningún suplemento alimenticio nos aseguremos exactamente de cuál es su función, sus beneficios y cómo debe ser consumido o en compañía de qué.